Me tengo que dar prisa que ya estoy en Nueva Zelanda y me pilla el toro con los posts! Este es el último sobre Australia y va de una ciudad que me ha dejado fascinado de principio a fin y ha entrado definitivamente en mi top5 de ciudades en las que vivir: Melbourne, en el estado de Victoria. Si hubiera venido antes o me hubiera quedado más tiempo lo más seguro es que habría acabado viviendo aquí. Tan distinta de Sydney y tan europea en su esencia, Melbourne se distingue por tener el mejor café que he probado en mi vida, comida excelente y una oferta cultural absolutamente abrumadora. Además, es la ciudad en la que he estado que más y mejor cuida a sus turistas. Desde rutas a pie mapeadas y divididas por temas (arte, arquitectura, deporte, diseño, compras, etc.) hasta un tranvía y un bus gratuítos con comentario guiado que abarcan práctiamente toda la ciudad, vamos, una pasada.
El clima es más frío que el de sus vecinos del norte y no tuve mucho sol durante mi semana aquí, pero tampoco pasa nada con refrescarse un poco…
Bueno, ahí va, mi nueva ciudad favorita de Australia!
La catedral de St.Paul, de lo más “antiguo” que se puede encontrar por aquí.
Melbourne está completamente dominada por los tranvías. Tienen total preferencia sobre coches, peatones y bicicletas y aunque son increíblemente lentos, te llevan a todas las esquinas. También los trenes funcionan de maravilla, bastante mejor que en Sydney. Otro punto más para Melbourne.
Chinatown, en pleno centro de la ciudad, con las opciones más baratas para comer, una auténtica delicia.
La joya de la corona, la majestuosa estación de Flinders Street.
Justo en frente, Federation Square, una mezcla de museos, tiendas, restaurantes y un poco de todo, muy moderno y gratis.
Victoria se preocupa mucho del medioambiente y de ahí que intenten mejorar en todos los aspectos. Hasta te sientes que contribuyes cuando vas al baño.
El Eureka Tower, la plataforma de vistas más alta del hemisferio sur. La parte superior está formada de oro de verdad.
Degraves street, la calle del café. Como ya he dicho, el mejor que he probado en mi vida, indescriptible placer.
Y ahí estaba yo tomando café, otros dejándose cortar el pelo, cuando apareció la gran noticia…
El viejo tranvía 36, gratuito y con visita guiada a las principales atracciones de la ciudad.
Es otoño en los Carlton Gardens.
Lygon street, el asentamiento de los millones de italianos que vinieron a Melbourne. Puedes encontrar desde la mejor pasta casera…
… hasta el tópico mafioso por excelencia, muy bien te tiene que ir el restaurante si llevas un Lamborghini descapotable…
De las mejores Bento que he tenido y por solo 9 dólares!
La combinación de antiguo y nuevo, más visible que nunca.
Melbourne es considerada la ciudad más europea de Australia en parte por sus numerosas galerías, que recuerdan a las de París o Milán.
Aquí me comí el mejor Pastel de queso de Toblerone del mundo.
Este pájaro se llama “Laughing Kookaburra”, es decir, Kookaburra riente o que se ríe. Primero pensé que era un mono, si lo buscáis en Youtube veréis por qué se llama así. Me tuvo fascinado más de media hora, no tiene desperdicio!
Una de las numerosas decoraciones excéntricas en Fitzroy, el barrio de los “modernos”. La mayor concentración de barbudos y fixie bikes del mundo…
El embarcadero de St Kilda, la única playa que tiene Melbourne. Minipunto para Sydney.
Como el día era gris, las fotos en blanco y negro nunca fallan.
La entrada a Luna Park, el parque de atracciónes más antiguo de Melbourne.
Con una montaña rusa de las clásicas, construída en 1912 y aún en funcionamiento.
Tanta moda por la comida española en todos lados que nos dejamos letras por el camino…
Claro que si vives en un país en el que la gente está dispuesta a pagar 10 dólaras por pan con tomate la economía debe ser fuerte de cojones.
Una de las casas victorianas, preciosas por fuera y dentro.
La estación central de Melborune, maravilla de la arquitectura.
Y por último, lo mejor de todo. El indiscutible mejor equipo del mundo lo es en casa, en China y también en el Queen Victoria Market de Melbourne.
Visca el Barça! La liga en el bolsillo y ahora a por la guinda del pastel! El otro día me dí cuenta que para la final estaré en el lugar más aislado que podía elegir: una jodida isla del pacífico rodeado de cocoteros. Y encima a verlo a las 9 de la mañana. A ver si tienen teles por ahí!
Ala, saludos desde Nueva Zelanda, pronto os enseño lo increíblemente bonito que es esto!
Besos a todos!
M
P.d.: Felicidades Mamá! Ya sabes que hacerse vieja es opcional!
Te quiero!
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